9no. D?a de la Novena de San Nicol?s de Bari
"Misioneros en el ambiente digital"
Convergencias:
a) La cultura digital representa un cambio fundamental en el modo con que concebimos la realidad y nos relacionamos con nosotros mismos, entre nosotros, con el ambiente que nos rodea e, incluso, con Dios. El ambiente digital modifica nuestros procesos de aprendizaje, la percepci?n del tiempo, del espacio, del cuerpo, de las relaciones interpersonales y nuestro entero modo de pensar. El dualismo entre real y virtual no describe adecuadamente la realidad y la experiencia de todos nosotros, sobre todo de los m?s j?venes, los as? llamados ?nativos digitales?.
b) La cultura digital, por tanto, no es tanto un ?rea distinta de la misi?n, cuanto una dimensi?n crucial del testimonio de la Iglesia en la cultura contempor?nea. Por esto, tiene un significado especial en una Iglesia sinodal.
c) Los misioneros han partido siempre con Cristo hacia nuevas fronteras, precedidos y empujados por la acci?n del Esp?ritu. Hoy, nos toca acercarnos a la cultura actual en todos los espacios en los que las personas buscan sentido y amor, incluyendo los tel?fonos celulares y las tablets.
d) No podemos evangelizar la cultura digital sin haberla comprendido antes. Los j?venes, entre ellos los seminaristas, los sacerdotes j?venes y los j?venes consagrados y consagradas, que con frecuencia tienen de ella una experiencia profunda, son los m?s adecuados para llevar adelante la misi?n de la Iglesia en el ambiente digital, adem?s de acompa?ar al resto de la comunidad, comprendidos los pastores, a tener una mayor familiaridad con sus din?micas.
e) Al interno del proceso sinodal, las iniciativas del S?nodo digital (Proyecto: ?la Iglesia te escucha?) muestran la potencialidad del ambiente digital en clave misionera, la creatividad y generosidad de quienes se comprometen en ello y la importancia de ofrecerles formaci?n, acompa?amiento, posibilidades de confrontar entre iguales y la colaboraci?n.
Cuestiones que afronta:f) Internet est? cada vez m?s presente en la vida de los muchachos y de las familias. Si es verdad que tiene un gran potencial para mejorar nuestra vida, puede tambi?n causar da?os y heridas, por ejemplo, a trav?s del bullying, la desinformaci?n, la explotaci?n sexual y la dependencia. Es urgente reflexionar sobre c?mo la comunidad cristiana pueda apoyar a las familias para garantizar que el espacio online sea no s?lo seguro, sino tambi?n espiritualmente vivificante.
g) Hay muchas iniciativas online ligadas a la Iglesia que son de gran valor y utilidad y que ofrecen una excelente catequesis y formaci?n en la fe. Desafortunadamente, las hay tambi?n que en las tem?ticas ligadas a la fe son superficiales, polarizadas y hasta cargadas de odio. Como Iglesia y como misioneros digitales tenemos el deber de preguntarnos c?mo garantizar que nuestra presencia online constituya una experiencia de crecimiento para aquellos con quienes nos comunicamos.
h) Las iniciativas apost?licas online tienen un alcance y un radio de acci?n que se extiende m?s all? de los tradicionales confines territoriales. Esto conlleva importantes cuestiones sobre la manera en que pueden ser reguladas y a qu? autoridad eclesi?stica competa la vigilancia.
i) Debemos tambi?n considerar las implicaciones de la nueva frontera misionera digital para la renovaci?n de las estructuras parroquiales y diocesanas existentes. En un mundo cada vez m?s digital, ?c?mo evitar el permanecer prisioneros de la l?gica de la conservaci?n y, al contrario, liberar energ?as para nuevas formas del ejercicio de la misi?n?
j) La pandemia del COVID-19 estimul? la creatividad pastoral online, contribuyendo a reducir los efectos de la experiencia de aislamiento y soledad, vivida particularmente por ancianos y miembros vulnerables de las comunidades. Tambi?n las instituciones educativas cat?licas utilizaron eficazmente las plataformas online para continuar ofreciendo formaci?n y catequesis durante el periodo de encerramiento. Es bueno que evaluemos qu? nos ha ense?ado esta experiencia y cu?les pueden ser los beneficios permanentes para la misi?n de la Iglesia en ambiente digital.
k) Muchos j?venes, que a?n buscan la belleza, han abandonado los espacios f?sicos de la Iglesia a los que intentamos invitarlos, y se han quedado en los espacios online. Esto implica buscar nuevos modos para comprometerlos y ofrecerles formaci?n y catequesis. Se trata de un tema sobre el que hay que reflexionar pastoralmente.
Propuestas:
l) Proponemos que las Iglesias ofrezcan reconocimiento, formaci?n y acompa?amiento a los que ya act?an como misioneros digitales, facilitando el encuentro entre ellos.
m) Es importante crear redes colaborativas de influencers que incluyan a personas de otras religiones o que no profesen fe alguna, pero que colaboran en causas comunes por la promoci?n de la dignidad de la persona humana, de la justicia y del cuidado de la Casa com?n.
