4to d?a de la Novena de San Nicol?s de Bari
"Una Iglesia de "toda raza, lengua, pueblo y naci?n"
Convergencias:
Los cristianos viven dentro de culturas espec?ficas, llev?ndoles a Cristo en la Palabra y en el Sacramento. Comprometi?ndose en el servicio de la caridad, acogen con humildad y alegr?a el misterio de Cristo que ya los espera en cada lugar y en cada tiempo. De este modo, se convierten en una Iglesia ?de toda raza, lengua, pueblo y naci?n? (Ap. 5,9).
Los contextos culturales, hist?ricos y regionales en los que la Iglesia est? presente expresan necesidades espirituales y materiales diferentes. Esto define la cultura de las Iglesias locales, sus prioridades misioneras, las preocupaciones y los dones que cada una de ellas aporta al di?logo sinodal, y los lenguajes con los que se expresa. Durante los d?as de la Asamblea hemos podido tener experiencia directa y, por lo dem?s, gozosa, de la pluralidad de las expresiones del ser Iglesia.
Las Iglesias viven en contextos cada vez m?s multiculturales y multireligiosos, en los que es esencial el empe?o por el di?logo entre religi?n y cultura, as? como con los grupos que constituyen la sociedad. Vivir la misi?n de la Iglesia en estos contextos requiere un estilo de presencia, servicio y anuncio que busca construir puentes, cultivar la comprensi?n rec?proca y empe?arse en una evangelizaci?n que acompa?a, escucha y aprende. En la Asamblea, ha salido varias veces la imagen del ?quitarse las sandalias? para el encuentro con el otro, de igual a igual, como signo de humildad y de respeto a un espacio sagrado.
Los movimientos migratorios son una realidad que remodela a las Iglesias locales como comunidades interculturales. Con frecuencia, migrantes y refugiados, muchos de los cuales llevan las heridas de la erradicaci?n, de la guerra y de la violencia, se convierten en una fuente de renovaci?n y de enriquecimiento de las comunidades que los acogen, y en una oportunidad para establecer lazos directos con Iglesias geogr?ficamente lejanas. Frente a las actitudes cada vez m?s hostiles respecto a los migrantes, estamos llamados a practicar una acogida abierta, a acompa?arlos en la construcci?n de un nuevo proyecto de vida y a construir una verdadera comuni?n intercultural entre los pueblos. El respeto por las tradiciones lit?rgicas y las pr?cticas religiosas de los migrantes es parte integrante de una aut?ntica acogida.
Los misioneros han dado la vida para llevar la Buena Noticia por todo el mundo. Su empe?o es un elocuente testimonio de la fuerza del Evangelio. Sin embargo, son necesarias una particular atenci?n y sensibilidad en contextos en los que ?misi?n? es una palabra cargada de una herencia hist?rica dolorosa que, hoy, obstaculiza la comuni?n. En algunos lugares, el anuncio del Evangelio estuvo asociado a la colonizaci?n e, incluso, al genocidio. Evangelizar en estos contextos requiere reconocer los errores cometidos, aprender una nueva sensibilidad respecto a estas problem?ticas y acompa?ar a una generaci?n que busca forjar identidades cristianas m?s all? del colonialismo. El respeto y la humildad son actitudes fundamentales para reconocer que nos completamos unos a otros y que el encuentro con culturas diferentes enriquece el vivir y el pensar la fe de las comunidades cristianas.
La Iglesia ense?a la necesidad y anima la pr?ctica del di?logo interreligioso como parte de la construcci?n de la comuni?n entre todos los pueblos. En un mundo de violencia y fragmentaci?n, es cada vez m?s urgente un testimonio de la unidad de la humanidad, de su origen com?n y de su destino com?n, una solidaridad coordinada y fraterna hacia la justicia social, la paz, la reconciliaci?n y el cuidado de la Casa com?n. La Iglesia es consciente de que el Esp?ritu puede hablar a trav?s de la voz de hombres y mujeres de toda religi?n, convicci?n y cultura.
Santa Misa 20hs
